Nota

Los Amortiguadores

Para qué sirven los amortiguadores?

 

El sistema de suspensión, de un vehículo, se encarga de controlar el
comportamiento de las ruedas en contacto con la superficie por donde se desplaza.
Del sistema, una de las partes más importante, son losamortiguadores: proporcionan seguridad, estabilidad y confort durante la conducción, ¿como? tratando de
anular todas las oscilaciones de las desperfecciones del piso.

La función mas importante de los amortiguadores es mantener las ruedas
siempre en contacto con el piso de tal manera que se aumente la
adherencia a este y se asegure una mayor maniobrabilidad, un completo
control de la dirección, una menor distancia y mejor respuesta de las
operaciones de frenado.
Cuando las ruedas de un auto no tocan el piso se producen comportamientos indeseables y peligrosos del vehículo.

Un amortiguador rígido reduce el confort pero aumenta la estabilidad y
control del coche, por el contrario, uno blando mejora el confort pero
reduce la estabilidad y el control.
El ideal es un equilibrio  y solo por el caso específico y la necesidad, durezas especiales. Por ejemplo:  si uno participa de pruebas en un autódromo, se supone que se necesitan bien duros para mantener la estabilidad y control.

Con el uso se van desgastando y pierden sus prestaciones iniciales aumentando la
inseguridad en la conducción.
Cuando esto ocurre la conducción se torna insegura.

 

La vida media útil de los neumáticos está entre los 60.000 y los 80.000 kilómetros, aunque este número de kilómetros depende de la forma de manejo, del estado del vehículo y de los neumáticos, de la calidad y características de los amortiguadores, de la carga a la que se somete el vehículo y de las características de los pisos por donde se se han hecho esos kilómetros, entre otros factores.
En todo caso, es aconsejable revisar siempre los amortiguadores cada 20.000 kilómetros o al menos una vez al año si no se alcanza esa cifra de kilometraje por año.
Salvo algunas excepciones, los amortiguadores no pueden ser reparados
y la única solución cuando han perdido sus prestaciones es la sustitución.
El mayor problema con el que nos encontramos es que este desgaste es difícilmente observable, y según diversos estudios, el conductor se va habituando de forma inconsciente a las nuevas malas condiciones de los amortiguadores por lo que prácticamente nunca detecta este desgaste.
Lo más aconsejable es acudir a un taller especializado a realizar las
revisiones, pero existen algunos trucos e indicadores que pueden ayudarnos
a hacernos una idea orientativa del grado de desgaste de los
amortiguadores.
Veamos:
1. Supongamos que cada punta de tu auto es un resorte.
Entonces intentemos comprimirlo: o sea, nos apoyamos en un extremo y hacemos  fuerza para abajo, dejamos de ejercer presión : Si vemos que esa punta del auto:  sube y baja varias veces, entonces estamos muy posiblemente ante amortiguadores que hay que cambiar.
Como debería funcionar?: Dejas de hacer presión y el auto vuelve a su altura normal, casi sin oscilar. NO rebota. 
2. Vas manejando y  
– Pasas por un bache ( 1º maldecís a las autoridades de tu ciudad) y/o vas pasando por una curva y/o tenes viento fuerte de frente (o de costado) y el auto se balancea como un barco
– Sentís una excesiva vibración del volante y ruidos al rodar
– Comprobas que el auto frena de forma irregular
3. Observas que:
– Hay un desgaste irregular del los neumáticos
– El amortiguador tiene manchas de liquido (aceite)
Comprobar esto es complicado, no se ve facilmente, por la ubicación del amortiguador
  este tipo de perdidas.

Consecuencias previsibles de amortiguadores en mal estado

– Incremento de la distancia de frenado.
– La frenada se vuelve inestable.
– Si pierde adherencia en las curvas y aparece una mayor la
inestabilidad en la dirección.
– Perdida de eficacia en sistemas como el ABS, ESP, etc.
– Desgaste irregular y prematura de los neumáticos, deterioro de la
dirección y de la suspensión de vehículo.
– Pérdida de confort del conductor y de los pasajeros, y esto se
traduce en viajes mas cansadores.
– En caso de lluvia el riesgo de «aquaplaning» aparece a una menor
velocidad y la probabilidad de derrapar aumenta considerablemente.
– Las oscilaciones provocan que la carrocería se balance, y en la
conducción nocturna, también lo hará la luz que emiten nuestros faros
reduciéndose nuestra visibilidad y pudiendo deslumbrar a los conductores
que circulan en sentido contrario.

Todo lo expuesto se agrava en situaciones extremas; giros bruscos de
dirección para evitar obstáculos, lluvia copiosa, nieve, barro, al
arrastrar remolques o caravanas, frenadas de emergencia, etc.

 

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