Es una Chevrolet Woody modelo 1930 que llego al taller en muy mal estado. Se le habían cambiado los paneles laterales, originales en madera por chapas de aluminio y el interior estaba forrado en Chapadur acanalado. La mecánica no funcionaba, tenia frenos mecánicos y los mandos a la derecha.
La idea del dueño era arreglarla sin desarmar totalmente, pero luego de ver el excelente trabajo de carpintería en la carrocería se decidió desarmarla completa, por lo que el trabajo se empezó al revés de lo usual.
Se desarmo entonces totalmente separándola en tres partes fundamentales: Carrocería, que se procedió a pintar. Mecánica, que se reparo totalmente (Motor, transmisión). Y chasis que se reparo totalmente: suspensión, pintura, se le colocaron frenos hidráulicos y se cambiaron los mandos a la izquierda. Se cambiaron las ruedas, ya que tenia de camioneta de seis agujeros, teniendo que reformar las ruedas a colocar ya que estas eras de cinco agujeros. También las ruedas se arenaron, se pintaron y se les colocaron cubiertas y cámaras nuevas y a los auxilios se les colocaron cubiertas sub-urbanas.
Un detalle: Como los guardabarros delanteros no tenían el alojamiento para los auxilios se retiraron de otros y se colocaron en estos.
Se mando a restaurar y cromar todo lo que lo requiriera a un taller especializado en CABA. Los resultados están a la vista.
Se procedió al armado, se le construyo una instalación eléctrica nueva, se fabrico un caño de escape con dos silenciadores.
Así la entregue yo, sin terminar de lustrar la madera y sin ponerle los logotipos de una industria lechera que debía llevar en los vidrios laterales. Casi terminada y en marcha. Yo le perdí el rastro. Problemas de salud me impidieron terminarla. Espero que alguien la haya terminado con el mismo cariño.